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Bienvenido a mi rinconcito personal

En este espacio quiero compartir contigo mis experiencias vitales y como cada etapa, me ha aportado aprendizajes y habilidades que hoy pongo al servicio de las empresas.

  • Siempre he sido muy trabajadora: desde joven combiné estudios y trabajo, desempeñando diversos empleos como camarera, profesora de niños, vendedora de muebles, de electrodomésticos, charcutera, cajera, dependienta... Estas experiencias me dieron una gran soltura y tablas para tratar con el público, además de enseñarme la importancia de la responsabilidad, la adaptabilidad y el esfuerzo.​

  • En constante aprendizaje: cambiar de trabajos y finalmente de profesión ha sido una constante en mi vida, impulsada por mis incansables ganas de aprender y crecer. Cuando siento que ya lo sé todo en un sector o en un puesto, necesito un nuevo reto. Esto me ha llevado a explorar diferentes áreas y enriquecerme con experiencias muy variadas, lo que hoy es un gran valor en mi carrera.​

  • Búsqueda incansable de mi pasión: para mí es esencial levantarme cada mañana con la sensación de estar haciendo algo que me llena y me hace feliz. Este camino no ha sido fácil, pero cada paso me ha acercado más a aquello que realmente da sentido a mi vida profesional. Sabía que no quería conformarme con un trabajo que simplemente cumpliera con mis necesidades económicas, sino que quería dedicar mi vida a algo que me permitiera impactar positivamente en los demás. Esta búsqueda fue un viaje de autoconocimiento, que hoy valoro profundamente porque me llevó a encontrar mi verdadera vocación.​​

  • Mis comienzos en el maquillaje y la estética: mi trayectoria profesional arrancó en el mundo del maquillaje, al que llegué por mi amor por la creatividad y la conexión con las personas. Más tarde, me adentré en la estética, donde aprendí la importancia del detalle, la confianza y el cuidado de los demás, herramientas que sigo utilizando y me aportan mucho en mi día a día profesional.​

  • Mis inicios como formadora: mi experiencia en la estética me llevó a dar un paso más y convertirme en formadora de profesionales del sector. Fue aquí donde descubrí mi pasión por hablar en público, enseñar y guiar a grupos de personas. Me gustaba tanto mi trabajo que mis alumnas no solo aprendían técnicas, también ganaban confianza en sí mismas. Este rol despertó en mí un profundo interés por el crecimiento personal y me enseñó el poder transformador que tiene la educación cuando se transmite con pasión.​

  • Directora de formación: con los años y dedicación, logré alcanzar uno de los puestos más altos en este sector: el de directora de formación. Este rol me permitió liderar equipos, diseñar estrategias formativas y gestionar proyectos. Fue una etapa de mucho aprendizaje, en la que se desarrollaron habilidades clave como el liderazgo, la planificación y la organización. Fue también en esta etapa cuando decidí formarme en coaching para aplicar estas herramientas con mis alumnas y mi equipo. Sin embargo, este mundo me atrapó por completo, y comprendí que mi verdadera vocación iba más allá: quería llevar el coaching al mundo.​

  • Un giro hacia mi verdadera vocación: decidí dar un salto radical en mi carrera, dejando atrás todo lo anterior para dedicarme plenamente al coaching. Comencé ofreciendo sesiones individuales, que más tarde evolucionaron hacia formaciones grupales. Este inicio estuvo lleno de desafíos, pero la constancia y la disciplina, me ayudaron a superar todos los obstáculos y consolidar mi trabajo en el ámbito del desarrollo personal y profesional.​​

  • Llenando la agenda, con más demanda que tiempo: con el tiempo, mi dedicación a las sesiones de coaching dio sus frutos. Llegué a un punto en el que mi agenda estaba siempre llena, el boca a boca me funcionaba más que ninguna otra estrategia. Y así fue como logré a acompañar a más personas de las que nunca hubiera podido imaginar. Este éxito me confirmó que había encontrado mi propósito profesional.​​​​​​​

  • La maternidad y la creación de mi instituto: ser madre fue un punto de inflexión que me llevó a replantear de nuevo mi carrera profesional. Quería encontrar la manera de hacer compatible mi trabajo y estar presente para mi hijo. Esto me llevó a formar un equipo con el que colaboro, fue así como nació el Instituto de Inteligencia Relacional, creado para seguir dando lo mejor, ahora en empresas. Esta nueva etapa me permite combinar mi experiencia previa en liderazgo, formación, gestión de equipos y comunicación con mi pasión por el desarrollo humano, ayudando a las organizaciones a transformar sus equipos y alcanzar sus objetivos.​​

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